Ante la constante negativa de los más jóvenes de participar de actividades democráticas, indicado por los bajos índices de adhesión a votar por ejemplo, llega el cuestionamiento respecto de si se está llevando a cabo una eficiente educación cívica en los pequeños.
Y es que algunos confunden el hecho de enseñar historia y educación cívica con inculcar nociones políticas e los estudiantes y esto genera suspicacias.
De acuerdo al Museo de la Educación, señala que enseñar sobre Educación Cívica fue fundamental a inicios del siglo XX para dar a conocer a los ciudadanos sus derechos y deberes. Una idea insertada en la materia en esos tiempos era la diferenciación de los alcances de la ciudadanía, según el origen social de los estudiantes.
Mientras a un sector se le preparaba para ser "ciudadanos de primer orden" y asumir el aparato estatal, a otros se les inculcaba ser ciudadanos obedientes, civilizados y disciplinados.
En 1901 la materia de Educación cívica, de acuerdo a un estatuto ministerial, se centraba en la defensa y ampliación de los derechos, insistía en las obligaciones tales como la inviolabilidad de la propiedad privada, el respeto a la ley y a la Constitución, el pago de contribuciones de bienes raíces y el servicio militar.
Los textos de estudio del ramo en dicha época incluía como principal referencia la Cartilla de Educación Cívica, redactada en 1897 por Malaquías Concha, académico y líder del Partido Democrático. "El texto fue confeccionado en el marco de un concurso público para la redacción de un texto elemental para la formación cívica en las escuelas públicas", señala El Museo de la Educación.
El nivel restrictivo de la época es completamente inaplicable a la actualidad debido, principalmente, al poderío que han alcanzado los jóvenes por la lucha por sus derechos.
Y es que algunos confunden el hecho de enseñar historia y educación cívica con inculcar nociones políticas e los estudiantes y esto genera suspicacias.
De acuerdo al Museo de la Educación, señala que enseñar sobre Educación Cívica fue fundamental a inicios del siglo XX para dar a conocer a los ciudadanos sus derechos y deberes. Una idea insertada en la materia en esos tiempos era la diferenciación de los alcances de la ciudadanía, según el origen social de los estudiantes.
Mientras a un sector se le preparaba para ser "ciudadanos de primer orden" y asumir el aparato estatal, a otros se les inculcaba ser ciudadanos obedientes, civilizados y disciplinados.
En 1901 la materia de Educación cívica, de acuerdo a un estatuto ministerial, se centraba en la defensa y ampliación de los derechos, insistía en las obligaciones tales como la inviolabilidad de la propiedad privada, el respeto a la ley y a la Constitución, el pago de contribuciones de bienes raíces y el servicio militar.
Los textos de estudio del ramo en dicha época incluía como principal referencia la Cartilla de Educación Cívica, redactada en 1897 por Malaquías Concha, académico y líder del Partido Democrático. "El texto fue confeccionado en el marco de un concurso público para la redacción de un texto elemental para la formación cívica en las escuelas públicas", señala El Museo de la Educación.
El nivel restrictivo de la época es completamente inaplicable a la actualidad debido, principalmente, al poderío que han alcanzado los jóvenes por la lucha por sus derechos.